Regalar un instrumentos musical a tu hijo es una gran idea ya que a los bebés y a los niños les encanta la música y cuando oyen o ven instrumentos musicales se quedan boquiabiertos. Pero, ¿sabes cuáles son los primeros instrumentos musicales más adecuados para niños pequeños que empiezan a tocar?
Con unos soplan, con otros percuten, cada uno desarrolla diferentes destrezas. La selección de instrumentos que proponemos a continuación está pensada para adecuarse al desarrollo motriz de cada edad y está orientada al aprendizaje informal y al juego musical libre. No debemos olvidar que la música ha de ser una vivencia divertida y motivadora, que permita disfrutar a los niños al máximo.
Instrumentos musicales para bebés y niños de 1 año
¿Cuáles son los más apropiados? Si googleas un poco buscando instrumentos musicales para bebés y/o niños, pronto te sentirás avasallado por la abrumadora cantidad de información. Algunos te ofrecen listas de compra, otros te muestran instrumentos de juguete, otros parecen más instrumentos profesionales, unos son muy baratos y otros muy caros. Nosotros te proponemos una serie de instrumentos perfectos para los primeros años de vida con los que practicará de una manera informal. Si quieres saber más sobre cuándo es el momento ideal para iniciarse en la práctica de un instrumento musical, mira nuestra entrada Cuándo comenzar a tocar un instrumento musical.
Al grano:
Después de que el recién nacido haya experimentado con los típicos accesorios musicales como objetos sonoros con variados materiales y texturas, móviles de cuna, incluso un teclado de pataditas, etc., y haya desarrollado su técnica de agarre, ya podemos ofrecerle instrumentos que generan sonidos fácilmente, como maracas y shakers de todo tipo, sonajeros de presión, cascabeles, etc. Con todos estos instrumentos la motricidad del niño se ve reforzada gracias al proceso causa-efecto (movimiento-sonido).

Después del año de vida aproximadamente podemos pasar a otros instrumentos de percusión variada con los que potenciar su experimentación libre, como las claves, triángulo, caja china, agogó, pequeñas panderetas y tambores para tocar con la mano o con baqueta. Es fácil encontrar sets de multi-percusión que incluyen éstos y muchos otros instrumentos interesantísimos por su forma y timbre.
Hay que recalcar que, de 0 a 3 años de edad aproximadamente, los niños focalizan su atención principalmente en la sonoridad característica de cada instrumento (es decir, el timbre) y el rango dinámico que estos ofrecen, por lo que no esperes que hagan ritmos precisos o sincronizados con la música.

Con dos años en adelante, además de seguir utilizando los instrumentos anteriores, los niños pueden disfrutar de instrumentos de viento como el kazoo, la flauta de émbolo, silbatos o vuvuzelas, ya que han desarrollado un mayor control del soplo. Pero es que el abanico se amplía mucho más, y pueden experimentar con instrumentos de percusión melódica como pequeños xilófonos, glockenspiel u otros instrumentos de láminas. Si quieres sorprender a tu hijo no dudaría en comprar un juego de campanas musicales, eso sí, que estén perfectamente afinadas.
Otros instrumentos musicales perfectos para niños de 4 años en adelante
Con cuatro años de edad los niños comienzan a centrar su interés en aprender a manipular y controlar los instrumentos, pero tened paciencia, porque aunque sus respuestas musicales son más precisas, sus creaciones son aún desestructuradas.

Podemos, por tanto, recomendar casi cualquier instrumento de percusión como mini djembés, bongos, cajones flamencos de tamaño reducido e incluso, para los padres más valientes, la batería.
Los niños un poco más mayores también disfrutarán muchísimo de instrumentos de cuerda como ukeleles y liras. El tener contacto con la vibración de las cuerdas es una experiencia fantástica.
Los teclados electrónicos ofrecen una entrada directa a la tecnología musical y ofrecen, por lo general, multitud de sonidos, ritmos y timbres diferentes.
De viento, es recomendable continuar con ocarinas, armónicas y el instrumento rey de esta edad: la melódica.

Podemos, por tanto, recomendar casi cualquier instrumento de percusión como mini djembés, bongos, cajones flamencos de tamaño reducido e incluso, para los padres más valientes, la batería.

Los niños un poco más mayores también disfrutarán muchísimo de instrumentos de cuerda como ukeleles y liras. El tener contacto con la vibración de las cuerdas es una experiencia fantástica.
Los teclados electrónicos ofrecen una entrada directa a la tecnología musical y ofrecen, por lo general, multitud de sonidos, ritmos y timbres diferentes.
De viento, es recomendable continuar con ocarinas, armónicas y el instrumento rey de esta edad: la melódica.

¿Qué esperar de las primeras producciones musicales de tu hijo? Primero, aparece la experimentación libre. Con el tiempo, llega la imitación. Después, improvisarán sus propias pequeñas melodías y ritmos. Esos son fases clave al aprender música. Genial, ¿verdad?
Por otro lado, hay instrumentos muy pero que muy llamativos por los sonidos que ofrecen: llamada de pájaros, caja de truenos, palo de lluvia, campanas de viento, rana de percusión, vibraslap, tambor de mar (ocean drum), carracas… Estos sonidos tan interesantes dan para horas y horas de diversión, especialmente para la creación de historias musicales.

Conclusión
Las primeras experiencias musicales con un instrumento crean un vínculo especial con la música que muchas veces pasa desapercibido. Pero ocurren cosas muy importantes. Con cualquier instrumento se van a desarrollar la coordinación motriz básica, la correlación causa-efecto, las habilidades viso-espaciales, la discriminación auditiva de las cualidades del sonido como la intensidad, el timbre, la duración y la altura, y la motivación, la recompensa y el disfrute.
Recomendamos encarecidamente este tipo de aproximación lúdica e informal a la música y a los instrumentos musicales durante los primeros años de vida que, junto con el canto infantil y el movimiento, conforman las actividades principales del desarrollo musical. Lo importante será centrar la atención del niño en el proceso y no tanto en el resultado, imitando la forma natural con la que los niños se desenvuelven cuando juegan.
Aprender a tocar el violín, aprender a tocar el piano, la guitarra, la flauta travesera, la trompeta o el oboe, exigirá una curva de aprendizaje bastante más acentuada. Por eso se suelen elegir cuando se apuesta por una educación más formal y el niño ya ha adquirido cierta experiencia musical mediante el aprendizaje informal.
Qué buen artículo, gracias 🙂
Gracias a ti! Hay tantos instrumentos que hacía falta ordenarlos un poco…
¡Fabuloso! Gracias por transmitirnos vuestra cultura musical.
Gracias a ti! Espero que te sirva!